La tensión aprieta, el final del conflicto entre tu protagonista y tu antagonista se percibe en el horizonte. ¿Cómo puedes, entonces, construir un final que fascine a tus lectores?
Este artículo es la tercera entrega de la serie en la que explico la estructura de los tres actos, puedes ver las otras dos acá y acá.
Exploremos el tercer acto de tu novela
Si el primero de los tres actos que hemos visto hasta ahora es sobre la introducción y el segundo es sobre la oposición, el tercer acto es sobre la resolución.
En el tercer acto empezaremos donde el segundo acto nos dejó (en algún lugar entre el 75% y el 90% de tu historia) y nos moveremos hasta la última página de tu obra. Acá encontrarás tres marcas importantes: La Noche Oscura del Alma, la Secuencia Climática y la Resolución.
Como estas marcas sugieren, el tercer arco empieza cuando llevamos a nuestro protagonista al punto que lo va a quebrar.
Veamos un poco más al respecto:
1- La Noche Oscura del Alma
A través de tu historia, tu protagonista ha albergado un temor o debilidad importante, que ha hecho que se crea una mentira sobre sí mismo o el mundo que lo rodea.
Es esta mentira la que hizo que tu protagonista fuera reticente al Llamado a la aventura que vimos en el primer arco y al mismo tiempo se dedicara a reaccionar en la primera parte de tu segundo arco.
A pesar de los avances que ha tenido tu personaje después del punto medio de tu libro, todavía falta que se enfrente a ese temor o debilidad importante, y el momento indicado para hacerlo será el comienzo del tercer acto.
Luego de darse cuenta de la fuerza creciente de tu protagonista, tu antagonista logra darle un golpe que lo hace enfrentarse a esa debilidad o eso que teme justo antes de que empiece la secuencia climática de tu obra.
Este momento se llama La Noche Oscura del Alma y enceguece a tu protagonista, empujándolo hacia su punto de quiebre y obligándolo a que se enfrente a ese temor o renuncie a todo aquello por lo que ha luchado hasta el momento.
Aunque La Noche Oscura del Alma tiende a ser corta (normalmente dos o tres escenas claves), este punto de giro es muy poderoso para tu personaje y para tu obra ya que reitera la amenaza que recae sobre tu protagonista, refuerza o incrementa todo aquello que está en juego y corona a tu personaje como el héroe de la historia.
2- La secuencia climática
Afortunadamente para tu personaje, La Noche Oscura del Alma no será el fin de su camino y, luego de enfrentarse a sus peores temores o debilidades, saldrá de esa experiencia con fuerza renovada y más listo que nunca para enfrentarse al clímax (que no será fácil).
Todo estará en juego mientras tu protagonista se prepara para enfrentarse al antagonista por última vez. En muchos casos, las posibilidades de éxito serán pocas, pero eso no los detendrá para hacer todo lo que está en su poder con el fin de superar la oposición en la secuencia de eventos conocida como la secuencia climática.
El clímax sucederá en cualquier momento entre el 80% y el 95% de la historia y traerá con él el final del conflicto de la obra. Si la Noche Oscura del Alma es el momento que solidifica la transformación del protagonista, la secuencia climática mostrará qué tan importante es esa transformación para el futuro de nuestro protagonista.
Ahora que está libre de su temor o debilidad, el protagonista puede completar su viaje, vencer al antagonista y/o lograr la meta que ha perseguido a lo largo de su historia.
3- La resolución
Luego de la secuencia climática de la historia, habrá una serie de nudos que tendrás que atar antes de que la obra finalice, y esta es la razón por la que necesitarás escribir un poco más antes de dar por terminado tu libro.
Dependiendo del tipo de historia que estés escribiendo, tu protagonista necesitará todavía lograr su meta. Esto ocurre normalmente cuando un personaje debe enfrentarse al antagonista antes de tener la posibilidad de lograr las metas y, por esta razón, su última victoria vendrá durante la resolución y no durante el clímax.
En este momento tu protagonista también arreglará cualquier malentendido que se haya suscitado a lo largo de la obra (especialmente aquellos relacionados a su temor o debilidad) y claro, tendrá que enfrentarse a las consecuencias relacionadas con los eventos del clímax.
Con todos estos nudos atados (o la mayoría de ellos si tu plan es escribir una serie) todo lo que queda es establecer cómo será esa nueva cotidianidad de tu protagonista que, con suerte, le dará mucha mayor satisfacción que esa que vivía al comienzo de la historia.
Resumiendo el tercer arco
La estructura de los tres arcos no es perfecta y por eso tiene algunas limitaciones, así que está muy bien si decides que no es para ti, ya que funciona mucho mejor con historias lineales con pocas subtramas o pocos cambios de punto de vista, pero, lo que la hace más atractiva, especialmente cuando estás empezando, es su naturaleza comprensiva.
No solo sirve para crear una guía básica de tu historia, también te muestra cómo puedes tejer tramas poderosas y arcos de personajes que, juntos, te permitirán construir una historia atractiva para tus lectores. Y puede hacer todo esto manteniendo la flexibilidad necesaria para albergar una gran variedad de historias, incluso la tuya.
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