Una de las cosas a las que le hemos hecho mayor énfasis en este blog es a la importancia en tu historia de que narres y no cuentes. Sin embargo no es algo a lo que le hayamos dedicado un post hasta el momento. Por eso decidimos que, aunque un poco corto, al fin le había llegado el turno de tener su propio espacio.
¿Así que cómo narrar y no contar?
Para empezar, es importante conocer cuál es la diferencia:
Contar es: “Enrique estaba triste”
Narrar es: “La cabeza de enrique cayó sobre su pecho. Sus hombros se tensaron, y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.”
Cuando tu cuentas algo, le estas diciendo al lector lo que está sucediendo exactamente. No hay debate, no hay forma en la que el lector se involucre en la acción. Es como una señal de transito que explica exactamente lo que está sucediendo.
“Estaba lloviendo”
“Paula se enojó con Luis”
“Había una atmosfera tensa en la habitación”
Cuando narras algo estas usando tus habilidades de escritura para desarrollar una idea sin tener que usar las palabras exactas. Cuando nos demuestras que, por ejemplo, un personaje está enojado sin usar la palabra ‘enojado’.
En vez de decir que está lloviendo, describe los cielos oscuros, los charcos en la calle, las personas desfilando con paraguas.
Lo mismo sucede con la atmosfera tensa en la habitación. ¿Qué tal hablar del silencio incomodo? ¿Tus personajes moviendo las manos patéticamente? ¿O la forma en la que evitaban verse a los ojos?
Siempre recuerda que hay un tiempo y un lugar para narrar, y otro para contar. Está en tus manos como escritor saber cuándo le va bien cada uno a tu obra. Cuando cuentas estas siendo claro con el lector yendo al meollo de lo que sucede. Cuando narras estás dejando que el lector viva lo que sucede y haga parte de tu historia.
Esperamos que este artículo te sirva para que aprendas a narrar y no contar. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.
Cuéntanos algún otro ejemplo en el que narres y no cuentes en tu obra. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!
Imagen: Jason Lander (vía flickr)
Los escritores del siglo XIX eran, creo, mucho más narradores que ahora. En nuestra actualidad, llena de prisas e imágenes cinematográficas, se cuenta más que se narra. Y si hablamos de la escritura en Internet, la cosa se complica, porque si entras en un blog en el que hay mucho texto, a no ser que la persona que escribe sea magistral o ya sigas sus escritos y los conozcas, la impaciencia puede más 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Como siempre, martes, muy acertado tu comentario. Si nos tomaramos el tiempo para leer y escribir, disfrutariamos más de las historias 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂 seguro. La prisa, en todo, es mala consejera.
Me gustaLe gusta a 1 persona