Estás escribiendo una escena de acción, y de pronto te das cuenta que no tienes idea de cómo ni dónde hacer que tus personajes golpeen. No te preocupes. Acá te tenemos una lista que te podrá convertir en el perfecto luchador en poco tiempo. Quién quita que decidas cambiar de profesión después de leerla.

1-Frente y quijada:

Perfectas para knockear. Pero al estar cerca del cráneo puede ser peligroso para tí (y muy doloroso) si fallas. Recuerda que el cráneo es el hueso más duro de nuestro cuerpo. Así que te recomendaría golpear con las piernas que tienen mucha más fuerza que los brazos y te protegen más. Para dar un golpe contundente y minimizar el daño que te puedas ocasionar, usa el empeine del pie y trata de esconder lo más que puedas los dedos. No queremos que te los partas en el primer golpe. Claro está que no es un golpe que cualquiera puede dar ya que se requiere de elasticidad y fuerza para que tenga efecto.

Si tu personaje es de los que no levanta las piernas a una altura mayor que las rodillas, es bueno que pienses en el plan b: los puños. Recuerda que el dedo pulgar nunca debe quedar aprisionado por los demás dedos. Es una fractura segura. Y créeme cuando te digo que duele mucho.

2-Nariz, ojos y oídos:

Meterte con los sentidos para distraer al oponente siempre es una buena opción y no exige proezas espectaculares ni conocimientos avanzados en artes marciales. Tu mejor herramienta serán las manos. Puedes golpear directamente con un puño o picar con los dedos. Será igualmente de efectivo.

Para golpear los oídos y aturdir al oponente, lo mejor que puedes hacer es golpearlo con ambas manos, palma abierta y al mismo tiempo. Es un movimiento similar al que haces cuando vas a aplaudir, con los brazos completamente estirados y el golpe debe ir directo a las orejas. Esto te dará tiempo para salir corriendo en busca de ayuda o para esconderte.

La nariz por su parte es un punto fácil de localizar y muy sensible debido a que es inervada por la rama cigomática del nervio facial. Si lo golpeas con mucha fuerza puedes dejar inconsciente a tu oponente. Por eso trata de que el golpe sea contundente. Si no lo logras, bueno. Un dolor en la nariz no es que sea poca cosa.

Los ojos son una de las partes más vulnerables del cuerpo humano, esto hace que cualquier forma en que los manipules puede causar un dolor considerable. Pincha, escupe, presiona. Eres libre de hacerles lo que quieras si eso implica para ti una ventaja en la pelea. (Y esperemos que ninguno de mis profesores de taekwondo lea esto. No quiero tener que dar explicaciones)

3-Cuello:

Una de las primeras lecciones que tuve en taekwondo, hace ya muchos años, fue que, al ser considerado hoy en día un deporte más que un arte marcial, no podíamos meternos a golpear a nuestros compañeros en el cuello o tendríamos sanciones disciplinarias. Y no es para más. El cuello es muy frágil y conecta la cabeza con el cuerpo por lo que cualquier lesión puede ser fatal.

En defensa personal puedes aprovecharte de eso para molestar la respiración, el habla o la espina dorsal. Usa manos, piernas, dedos, codos o lo que se te cruce por el camino para defenderte.

Un ejemplo puede ser, si el oponente está sobre ti y te está ahorcando la mejor forma que tienes para quitártelo de encima es presionando con el dedo índice y medio, con todas tus fuerzas (y sin doblarlos), en la parte baja del cuello, en ese punto que parece una V. Por ahí pasa la tráquea, y al estrujar, además de la sensación poco agradable que produce, también es muy doloroso. Ya verás cómo te quitas a ese buscapleitos de encima en menos de lo que imaginas.

4-Tríceps, parte alta del brazo y la parte interior del codo:

Aunque no parezca a simple vista, el brazo tiene sus puntos débiles que nos hacen vulnerables. El tríceps, esa parte molesta que cuando no la ejercitamos se mueve cada vez que nos despedimos, puede paralizarte parte del brazo si lo golpeas en su parte central. Además de causar mucho dolor. Puedes usar las piernas y las manos, pero debes tener cuidado porque, si lo haces mal, tu oponente puede defenderse agarrándote. Y bueno, ya sabes cuál podría ser el resultado de darle esa ventaja sobre tus piernas.

La parte alta del brazo es la intersección del bíceps con el hombro. Allí hay una terminación nerviosa de la que podemos sacar provecho. Tienes dos opciones: golpear o presionar. Si vas a golpear, hazlo en la intersección entre ambas partes, como si te dirigieras a la axila. Un buen puño y ya está. Si vas a presionar, hazlo en la parte delantera de la clavícula.

En el codo también tienes dos opciones. La primera son las terminaciones nerviosas entre el cúbito y el radio, los huesos que conforman el antebrazo. Esta parte se conoce como nervio radial. La segunda parte es la intercepción del bíceps con el codo, por dónde pasa el mismo nervio. Puedes golpear o aplicar presión. Verás como la mano se abre. Es ideal para liberarte cuando te están agarrando.

5- Plexo solar:

Un lugar muy difícil de golpear porque está defendido por los brazos del oponente, pero muy efectivo cuando se trata de desarmarlo. Es un área amplia y llena de nervios, localizada justo debajo del esternón. Cuando la golpean con fuerza causa un espasmo que obstruye la respiración y como resultado tienes a un oponente debilitado y si aire. Terminará por curvarse hacia adelante, quedando completamente a tu merced. Puedes aprovechar esta pérdida de control momentánea para seguirlo golpeando en otro lado del cuerpo, como la cabeza, o para huir.

6- Entrepierna:

No hay que explicar mucho para saber que este es un punto débil en los hombres. Y casi que es un lugar común de la defensa personal golpear ahí para zafarse de un oponente masculino. Pero lo que no sabían, o espero que no sepan, es que este lugar es igual de efectivo en las mujeres si el daño va dirigido a la ingle (recuerda que los hombres también tienen ingle, así que sería doblemente efectivo).

La ingle se encuentra entre la parte inferior del abdomen y el muslo. Es esa parte del cuerpo donde se juntan los muslos con el vientre. Ahí encuentras cinco nervios diferentes: el ilioinguinal, el iliohipogástrico, el genitofemoral, el crural y el obturador, así como los músculos derecho femoral y psoas. Esto lo hace el lugar ideal para infringir dolor y al mismo tiempo controlar.

¿Cómo lo hacemos? Una patada siempre es ideal para causar dolor debido a la fuerza del impacto. Si quieres controlar, lo mejor que puedes hacer es apretar como si fuera un pellizco grande. Ojo, con esto no te estoy dando licencia para que salgas a manosear a tus enemigos.

7-Pantorrillas y talón:

Los gemelos son los músculos que conforman las pantorrillas y son recorridos por el nervio tibial. Al igual que en los brazos, esta terminación nerviosa es a la que vamos a apuntar para causar dolor. Puedes presionarla o golpearla para que tu oponente pierda el equilibrio. Apunta al centro de la pantorrilla, dónde es más gordita, para tener mejores resultados.

Si vas a presionar tienes dos formas, iguales de validas, de hacerlo: con toda tu mano presionas el músculo hacia el hueso, como si intentaras juntarlos. Es muy doloroso y el oponente pierde el equilibrio con más facilidad. La otra forma es presionar el músculo como si fueras a dar un pellizco grande. No duele tanto como la forma anterior, pero te permite controlar y dirigir los movimientos de tu oponente.

8-Espinilla

¿No te has preguntado alguna vez por qué duelen tanto los golpes en la espinilla? Si te la tocas te darás cuenta que no es muy carnosa y eso hace que sea fácil sentir la tibia. Este hueso está muy próximo al nervio safeno, y esa combinación es la que nos hace retorcer con cualquier golpe.

Así que ya sabes, para infligir dolor nada como un golpe sencillo en esa parte. No necesitas mucho esfuerzo. Entre más duro el golpe mayores resultados tendrás. Puedes patear o presionar con las manos. Es ideal para hacer perder la estabilidad.

Nota: El mejor lugar para golpear por su efectividad es la cabeza, pero también es el más difícil. La dureza de los huesos del cráneo implica que un golpe mal dado puede romper o dislocar los dedos. Si no estás seguro de dónde golpear, el torso no tiene pierde. Tendrás muchas probabilidades de lastimar alguno de los órganos mayores. Recuerda que no es obligatorio dejar al enemigo inconsciente para que se considere que ganaste una pelea. Escapar mientras el otro está debilitado implica reducir daños tanto a tu cuerpo como al de tu oponente.


Esperamos que este artículo te sirva para para planear tus escenas y la coreografía de tus peleas. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

Cuéntanos de qué otra forma podrías hacer que tus personajes golpeen a sus oponentes. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!

Imagen: Republic of Korea (vía flickr)

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