El bloqueo de escritor es ese momento en el que te sientas en frente de tu computador con todas las ganas de escribir y te das cuenta que no te sale ni una sola palabra. Pasa el tiempo y sigues igual. Eso no quiere decir que estés dañado, simplemente estás pasando por un momento poco productivo que tiene razón de ser.
La mejor manera de deshacerte del bloqueo de escritor es identificar la fuente del problema.
Por eso hemos escrito una lista de posibles fuentes y sus soluciones para que puedas seguir escribiendo con todas las ganas:
¿Cómo puedo superar el bloqueo de escritor según su fuente?
Problema 1: ‘No se qué escribir’
Este es uno de los problemas más comunes del bloqueo de escritor. Puedes intentar hacer sugerencias o ‘prompts’ que haya en internet -nosotros tenemos una categoría de ‘sugerencias’ por si la quieres revisar-, también puedes hablar con familiares o amigos para que te den ideas.
Escoge alguna que te inspire o te llame la atención y personalízala si es necesario.
Problema 2: ‘No se cómo acercarme a este tema’
Investiga. Lo mejor que puedes hacer es empaparte en el tema que vas a tratar, tal vez no tengas una idea específica de lo que quieras lograr y en la medida en la que más sepas empezarán a llegar las ideas que estás buscando.
Problema 3: ‘No tengo ganas de escribir’
Usa el truco del portátil: desconecta tu computador y ve a un lugar que sea tranquilo, libre de distracciones. La idea es que completes tu sesión de escritura antes de que se te acabe la batería.
¡Un poco de presión no está mal de vez en cuando!
Problema 4: ‘No puedo encontrar las palabras’
Escribe como hablas, escribe lo primero que se te venga a la mente. Lo importante es que puedas plasmar una idea así no estés satisfecho con el resultado. Recuerda que es más fácil arreglar algo que ya está escrito que escribir algo que no existe.
Problema 5: ‘No puedo escribir el comienzo’
A veces no hay nada que intimide más que una hoja en blanco. Si el comienzo de la historia te está molestando puedes echar un vistazo a nuestros artículos sobre ‘cómo empezar’ o también puedes escribir otra escena que te llame más la atención en el momento.
Problema 6: ‘Me distraigo con facilidad’
No es obligatorio que apagues el internet pero sí que te desconectas de las redes sociales, el correo, el celular o cualquier otra cosa que pueda robar tu atención. Internet es importante para que investigues cuando necesites hacerlo, pero las herramientas sociales hacen que te puedas distraer con mayor facilidad.
Problema 7: ‘Alguien me interrumpió y ahora no puedo volverme a concentrar’
Cuando estás en una reunión nadie te puede molestar ¿verdad?
Haz que respeten tu tiempo de escritura de la misma manera que respetan tus reuniones. Si tratas tus momentos productivos de la misma manera en que tratarías una reunión a puerta cerrada, las personas que te rodean empezaran a respetar tus límites.
Problema 8: ‘Ni siquiera se por dónde empezar’
Si es la primera vez que escribes una historia y sientes que estás un poco perdido, lo mejor es siempre empezar con un plan. Te invitamos a que leas nuestros artículos sobre cómo planear historias.
Verás que no es tan difícil una vez sabes qué es lo que tienes que hacer.
Problema 9: ‘No estoy calificado para escribir esto’
El primer problema está en empezar a compararse con alguien más: hay escritores con diferentes niveles de habilidad.
Recuerda que los libros que leen pasan por un proceso de edición y corrección de estilo, sin mencionar los diferentes borradores por los que debe pasar tu manuscrito para estar terminado.
Tómate tu tiempo y ve escribiendo las ideas como te salgan, luego podrás mejorarlo. Piensa que no tienes que ser igual a Shakespeare, solo tienes que ser tú mismo.
Esperamos este artículo te sirva para identificar y solucionar la fuente de tu bloqueo de escritor. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.
Si nos faltó algo, ayúdanos a completarlo. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!
Imagen: Rennett Stowe (vía Flickr)