La ironía se puede tomar de muchas formas. Sin embargo para este artículo definiremos el concepto como “lenguaje figurativo cuyo significado intencional difiere del significado literal”. En la escritura hay dos formas básicas de usar la ironía: La ironía dramática y la ironía verbal. Es más fácil encontrar a la ironía dramática en películas u obras de teatro y se logra cuando el público conoce algo que el personaje principal no, ya que no estuvo presente durante ciertos eventos. La ironía verbal, por otro lado, es el juego de palabras que se usan para exagerar, minimizar o insinuar el significado opuesto de algo.

La ironía verbal se puede incorporar a todos los tipos de escritura. La mejor forma de hacerlo es usando un poco de sarcasmo. Ser un poco sarcástico es una buena forma de dejar que tu personalidad se vea en tu escritura, pero nunca olvides para quién estas escribiendo ya que hay momentos en el que el humor sarcástico es inapropiado.

Algunas veces puedes usar la ironía para agregar color a un ensayo exagerando la situación. En la escritura, este tipo de exageración es conocido como hipérbole. De la misma manera, la ironía puede ser usada para minimizar la importancia de algo. La ironía es ideal para mezclarla con el tema que sea que estés usando.

Muchos escritores clásicos usaron la ironía en sus trabajos para subrayar algún tema social. Si quieres mejorar tu escritura, lo mejor que puedes hacer es leer el trabajo de otros y analizar lo que hicieron bien.

Fuente
 Imagen: Humphrey King (vía Flickr)
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